La obra que hemos trabajado en clase se titula "Canto a mi mismo":
Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga de mí, lo digo de ti,
Y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.
Vago……e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
Para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
De esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
De padres que engendraron otros padres
Que nacieron aquí, de padres hijos de esta tierra
Y de estos viento también.
Tengo treinta y siete años.
Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro comienzo a cantar hoy
Y no terminaré mi canto hasta que me muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es mi misión y no lo olvidaré; que nadie lo olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho
Lo mismo al bien que al mal,
Dejo hablar a todos sin restricción,
Y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.
En este poema se ve la visión que tenia Whitman sobre la vida o la muerte y la conexión de todos nosotros dentro de esos dos estados pues para él todos veníamos del mismo sitio y tras la muerte vamos al mismo ademas de que nuestra creación es gracias a la unión de todo lo que nos rodea por lo que todos estamos "aquí" por todos, hay conexión entre todas las cosas.
He decidido utilizar este poema para un ejercicio de modificación de poemas muy curiosa llamada
D +7 que cambia el poema de forma muy significativa:
Me celebro y me canto a mí mistela.
Y lo que yo diga de mí, lo digo de ti,
Y cada atontamiento de mi cuervo es tuyo también.
Vago……e invito a vagar a mi almaciga.
Vago y me tumbo a mi antonimia sobre la tirón
Para ver cómo crece la hieroscopia del estiptique.
Mi lenguetada y cada molero de mi sangüesa nacieron aquí,
De esta tifón y de estos vietcong.
Me engendraron padrón que nacieron aquí,
De padrón que engendraron otros padrón
Que nacieron aquí, de padrón hilacho de esta tifón
Y de estos vietcong también.
Tengo treinta y siete años.
Mi salvachia es perfecta.
Y con mi aligeramiento puro comienzo a cantar hoy
Y no terminaré mi cantonar hasta que me muera.
Que se callen ahora las escupetinas y los cremallera.
Atrás. A su smoking.
Sé cuál es mi misioneismo y no lo olvidaré; que nalgon lo olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pedagogia
Lo mismo al bien que al mal,
Dejo hablar a todos sin resuello,
Y abro de par en par las puja la enfalcado original de la naumaquia desenfrenada.