miércoles, 29 de marzo de 2017

HISTORIA

Cuando me desperté todavía era plena noche, apenas descansé unos minutos tras el altercado, la tenue luz de la luna iluminaba el pequeño cuarto, miré al frente y pude observar los recuerdos que un día compartimos situados en la estantería, no los veía con total claridad ya que a pesar de la luz que entraba por la ventana, prevalecía un ambiente oscuro y casi nublado en la habitación.
Un escalofrió me recorrió el cuerpo de arriba abajo, estaba cansado e intranquilo, no me sentía solo... pensar en que su alma divagante pudiera estar acompañándome en esta noche de vigilia me hacia temblar, cada vez me encontraba mas nervioso, hacía frió pero no lo apreciaba, mire a la luna un instante y note un nudo en la garganta ¿Iría a llorar?.
Me levanté de la cama y caminé descalzo hacía el marco de una foto, salíamos los dos frente a un lago, recordé aquel momento y la angustia me invadió por completo, sabía que a partir de esta noche nada volvería a ser como antes pero eso no importaba, ya nada podía cambiarse.
Me senté junto a la ventana a contemplar la luna por última vez, estaba inmóvil, frió... miré a ambos lados pero estaba solo, mas solo que nunca, ella no estaba y jamás lo estaría tras mi atroz crimen, pero su alma me perturbaría el resto de mi vida.